Las dificultades en la relación de pareja no se resuelven con el tiempo. Al contrario, si no hacemos algo al respecto, la insatisfacción puede instalarse entre amb@s, erosionando el sentido de la relación y apagando el deseo de estar junt@s.
Dar el paso para iniciar un proceso terapéutico de pareja significa dejar de esperar a que el otr@ cambie y comenzar a mirarse a un@ mism@. Es un acto de honestidad, donde cada un@ reconoce su papel en la relación: lo que dice, lo que hace y cómo esto influye en la dinámica de pareja. Se trata de dejar de culpar al otr@ por la propia infelicidad y, en su lugar, descubrir las bases sobre las que construir un vínculo más sano y consciente.
¿Cuándo acudir a terapia de pareja?
Cuando…
La comunicación es muy limitada.
Las relaciones íntimas son inexistentes.
Hay distanciamiento emocional y físico.
Se ha perdido la complicidad.
Las discusiones son más frecuentes y los conflictos se descontrolan.
Algo ha cambiado en vuestro sentir y no sabéis cómo gestionarlo.
Existen patrones de conducta dañinos.
La intimidad física es un problema.
Queréis volver a reencontraros.
Deseáis seguir creciendo junt@s.
Si os sentís identificad@s con alguna de estas situaciones, la terapia de pareja puede ayudaros a encontrar nuevas formas de comunicaros, comprenderos y fortalecer vuestro vínculo.
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